La postura del líder conservador coincide con la opinión más extendida en la City de Londres, eminente centro financiero del país.
Entre ellos, Maria Pacia Toschi, analista en JP Morgan Asset Management, pronostica un "periodo de prolongada incertidumbre en los mercados mientras progresan las negociaciones" entre el nuevo Gobierno liderado por Alexis Tsipras y sus socios en la Unión Europa (UE).
En el polo opuesto de opiniones sobre el impacto del ascenso de la izquierda radical en Grecia se sitúa el partido Verde británico, que aboga por la inversión pública como vía para salir de la crisis económica.
"El resultado de las elecciones griegas demuestran que la gente de Grecia ha tomado una rotunda postura en contra de las políticas de austeridad", señalan los eurodiputados de la organización Keith Taylor y Molly Scott Cato. Ambos políticos recuerdan que los "Verdes compartimos la postura del nuevo Gobierno griego de que la austeridad es un modelo fallido que ha aportado miseria a los más pobres mientras los ricos se enriquecen aún más". Los dos eurodiputados expresan su "esperanza" de que el resultado de los comicios "marque el principio" de acciones populares contra "un modelo económico desacreditado y contra Gobiernos fallidos en toda Europa".
El euroescéptico Nigel Farage, líder del Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP) ha interpretado la nueva situación como una obvia reacción al "experimento del Euro, que ha empobrecido a millones de personas". "Es un desesperado grito de ayuda del pueblo griego", denuncia Farage este lunes en un correo electrónico remitido a Sputnik Novosti. "Un extraordinario juego de póquer comenzará ahora con la canciller (Angela) Merkel, mientras el Banco Central Europeo seguirá sin poder hacer otra cosa que observar", añade el destacado eurodiputado de UKIP.