"Al cien por cien que se trata de un encargo político; la tarea de los representantes comerciales consiste en buscar a inversores y contactos. Acusar de espionaje industrial a tales personas es absolutamente ridículo", declaró. Criticó además la falta de objetividad de las autoridades estadounidenses para aplicar las leyes cuando se trata de rusos.
"Hay una práctica correcta, ojo por ojo. Creo que nuestros servicios especiales tienen a la vista a unos señores que representan el cuerpo diplomático o a unos representantes de EEUU que no se llevan bien con la legislación", comentó.
El lunes los agentes del FBI arrestaron en Nueva York a Eugueni Buriakov, acusado de recopilar datos económicos y reclutar a residentes de Nueva York. Se precisó que Buriakov, fue empleado de un banco ruso en el distrito neyorquino de Manhattan.
Se comunicó también que dos miembros más de la supuesta red de espías, Ígor Spórishev y Víctor Podobni, gozan de inmunidad diplomática y no residen actualmente en el territorio de EEUU, por lo que no fueron arrestados.
Los tres sospechosos, presuntamente los agentes del Servicio ruso de Inteligencia Extranjera, podrían ser condenados a hasta 15 años de la cárcel en EEUU.
