El exdirigente, de 84 años, insistió en que el dinero procede de la herencia de su padre, si bien no pudo presentar pruebas.
El padre político del actual catalanismo declaró el pasado 25 de julio haber ocultado al fisco la herencia que su padre dejó a su mujer, Marta Ferrusola, y a sus siete hijos, en paraísos fiscales durante 34 años. Desde entonces la fortuna que no llegaba al millón de euros, se elevó mas de 3 millones de euros.
La declaración del hombre que se había erigido en referente moral de Cataluña ha provocado un auténtico terremoto político y social en España y especialmente en Cataluña, región inmersa en el debate independentista.
El exdirigente, que entró en los juzgados entre abucheos y gritos de "ladrón", declaró durante poco más de dos horas, mientras que su esposa se acogió a su derecho a no declarar.
Pujol aseguró que no regularizó ese dinero por miedo a ensuciar su imagen y por la situación de Cataluña.
Explicó que ese dinero procedía de los negocios "ilegales" pero "tolerados" de su padre Florenci.
Pero ni Pujol ni su defensa aportaron ningún documento que acreditara sus declaraciones. Pujol no mostró ni el testamento del padre ni los comprobantes de las inversiones con las que habían aumentado esa fortuna.
La familia Pujol regularizó el dinero gracias a la amnistía fiscal que aprobó el gobierno de Mariano Rajoy para atraer a los capitales fuera de España.
Según la juez, "la ocultación de un patrimonio en el extranjero" puede representar un delito de fraude y de blanqueo de dinero.
La magistrada considera que no está probado de momento que el dinero proceda del cobro de comisiones ilegales por las adjudicaciones de obras públicas.
El portavoz del Gobierno nacionalista catalán, Francesc Homs, reconoció este martes su sentimiento de "gran decepción y tristeza" por estos hechos.
Homs apeló a la presunción de inocencia y cargó contra los que quieren sacar "rédito extra del árbol caído".