En el 25º Informe Anual de HRW, que analiza los avances y retrocesos en materia de Derechos Humanos en 90 países de todo el mundo, se señaló que Brasil a pesar de haberse convertido en "una voz cada vez más importante en los debates internacionales sobre los problemas de Derechos Humanos" necesitaría "hacer más" a nivel doméstico.
"Brasil continúa enfrentando serios desafíos relacionados con los derechos humanos incluyendo el uso de la tortura y los malos tratos, ejecuciones extrajudiciales cometidas por policías, hacinamiento en prisiones e impunidad para los abusos cometidos durante la dictadura militar(1964-1985)", relata el informe.
En concreto, HRW señala que la población reclusa de Brasil supera las 500.000 personas con un incremento del 45% entre 2006 y 2013, un aumento que el obsoleto sistema penitenciario no ha sido capaz de absolver degenerando en unas cárceles que albergan un 37% más de reclusos que su límite teórico.
También se señalan las 5.431 denuncias por torturas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos entre 2012 y 2014, de las cuales el 84% se referían a abusos cometidos por los propios policías en cárceles y comisarías del país.
En cuanto a las agresiones a ciudadanos y profesionales del periodismo a raíz de las protestas ciudadanas de la Copa de las Confederaciones y el Mundial de Fútbol, en 2013 y 2014 respectivamente, los datos de HRW señalan un aumento del 97% del uso indebido de la violencia en Sao Paulo por un 40% en Río de Janeiro.
Por último, el informe que en total suma 656 páginas cita los datos de la ONG brasileña, Forum Brasileño de Seguridad Pública, que detalló que al menos 2.200 personas fallecieron durante operaciones policiales llevadas a cabo en todo Brasil en 2014.
