"De momento el proyecto sigue evolucionando satisfactoriamente, ambas partes están contentas con el ritmo y el contenido de los trabajos", dijo. Agregó que hasta ahora están definidos los conceptos de negocio, se acordó el perfil de la nave, la cabida, la autonomía de vuelo y concepciones técnicas.
Además, los socios han delimitado la responsabilidad en cuanto a la fabricación del avión: la producción de fuselaje será gestionada por China; las alas y la cola serán de responsabilidad rusa.
En junio de 2014 Moscú y Pekín llegaron a un acuerdo sobre la fabricación de un avión de largo recorrido y de fuselaje ancho, así como sobre la producción de un helicóptero con una capacidad de carga de hasta 15 toneladas.
Sliusar informó por entonces que el proyecto se realizará conjuntamente con la china Comac (Commercial Aircraft Corporation of China) y estará financiado en un 50% por cada una de las partes con un coste total de hasta 13.000 millones de dólares.
Según lo previsto, el primer vuelo del avión, que tendrá de 250 a 280 asientos en su versión básica, se realizará en 2021 y la fabricación en serie comenzará en 2025.