El principal objetivo del Ministerio son las embajadas en Roma y Viena, las últimas en abrir.
Actualmente, Cataluña cuenta con otras delegaciones en Bruselas, París, Londres, Berlín y Washington.
El canciller español aseguró que el Gobierno también está analizando la constitucionalidad de la ley catalana de Acción Exterior.
El Ejecutivo tiene tres meses para recurrirla al Tribunal Constitucional desde su publicación.
Según el ministro, la apertura de estas delegaciones "puede ir contra la ley española de Acción Exterior".
Margallo puso en duda el objetivo de esas delegaciones, señalando que pueden servir para "alentar el proceso soberanista" en lugar de para "impulsar la cultura catalana".
Los dirigentes catalanes ven esta posición del Ministerio de Exteriores como "un error".