Este objetivo estratégico se recuperó después de meses de encarnizados combates librados contra los grupos yihadistas.
El portavoz del Ejército, el coronel Ahmed al Mismari, anunció que ya el jueves "los soldados bloquearon los focos de resistencia en el puerto".
Una fuente de sanidad señaló que durante las últimas 48 horas aumentó sustancialmente el número de muertos y heridos por los dos bandos, comunicó Al Hayat.
El puerto de Bengasi es el segundo en importancia en Libia, mientras la propia ciudad se conoce como un baluarte del grupo islamista Ansar al Sharia, que posee una gran capacidad de combate.
Libia vive una crisis desde que en 2011 fuera derrocado y asesinado el líder del país, Muamar Gadafi, a raíz de un conflicto armado.
Las fuerzas liberales apoyadas por el Ejército se enfrentan con los partidos islamistas que gozan del apoyo de los grupos rebeldes.
Como espina dorsal de las fuerzas gubernamentales actúan las unidades del exgeneral del Ejército libio Jalifa Haftar, quien el 16 de mayo pasado encabezó la campaña militar contra los yihadistas conocida como Dignidad de Libia.
Su iniciativa encontró un amplio apoyo por parte de las unidades regulares y también de varios políticos y tribus.
Los extremistas a su vez lanzaron en julio la operación Amanecer de Libia y últimamente empezaron a coordinar sus acciones con el grupo radical Estado Islámico (EI).
De esa alianza participan también Ansar al Sharia, varios grupos de Al Qaeda y la asociación político-religiosa internacional Hermanos Musulmanes.
Como resultado, Libia tiene una dualidad de poderes: el Parlamento de Tobruk, ciudad en el este del país, que eligió como primer ministro a Abdalá al Thani, y el proislámico Congreso Nacional, con sede en Trípoli, con su primer ministro, Omar al Hasi.
Las autoridades centrales no controlan varias regiones del país.
