El viernes pasado, el EI anunció que la joven, de 26 años y nacida en Arzona, había muerto en un bombardeo jordano contra posiciones de los yihadistas en la ciudad siria de Raqa, pero no ofreció ninguna prueba de ello.
El ataque es uno de los 56 que llevó a cabo la aviación jordana entre el jueves y el sábado pasados, en el marco de la campaña militar de la coalición internacional contra el EI, liderada por EEUU y en la que participa Jordania.
La Casa Blanca ha anunciado que el EI ha confirmado la muerte de Kayla en un mensaje privado que ha mandado a su familia, que está "desconsolada" tras la terrible noticia.
"Hemos conocido la muerte de Kayla Jean Mueller con profunda tristeza", indicó la oficina del portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
"Nuestros corazones están rotos por nuestra única hija, pero seguiremos con paz, dignidad y amor por ella", han afirmado los padres de la joven, Carl y Marsha Mueller, en un comunicado. "Kayla fue una humanista devota y compasiva. Dedicó toda su joven vida a ayudar a aquellos que buscan libertad, justicia y paz", indica el texto escrito por la familia.
Los Mueller han publicado nuevas fotografías de su hija y han dado a conocer una carta que ella pudo escribir en 2014, durante su cautiverio, en la que les asegura que está bien y no le han hecho daño.
"Sólo pensar en todos vosotros me lleva a un mar de lágrimas (…) Sé que queréis que me mantenga fuerte. Eso es exactamente lo que estoy haciendo", escribió Kayla a su familia.
Los Mueller han recibido la llamada del presidente de EEUU, Barack Obama, que les ha transmitido sus condolencias y les ha asegurado que Kayla "representa lo mejor de América".
El mandatario les ha prometido que "no importa cuánto tiempo nos lleve, EEUU encontrará y llevará ante la justicia a los terroristas responsables del cautiverio y la muerte de Kayla".
"Nos la han arrebatado, pero su legado perdura inspirando a todos aquellos que luchan, cada uno a su propia manera, por lo que es justo y decente", ha señalado Obama en un comunicado.
Ni los Mueller ni la Casa Blanca han dado detalles sobre las circunstancias de la muerte de Kayla, que el EI atribuye a un bombardeo jordano, aunque Jordania tildó de "propaganda" estas afirmaciones.
Kayla Mueller trabajó en diversas ONG y empezó su tarea humanitaria en la zona de Oriente Medio en 2012 atendiendo a refugiados sirios en la frontera entre Siria y Turquía.
Es la cuarta rehén estadounidense que muere a manos del Estado Islámico. Los tres anteriores fueron los periodistas James Foley y Steven Sotloff, y el cooperante Peter Kassig, decapitados por los yihadistas en 2014.
