Las medidas de seguridad se recrudecieron por el atentado cometido durante la Maratón de Boston y por las nuevas amenazas que profirieron a Japón los terroristas de Oriente Medio después de la ejecución de dos japoneses en enero pasado.
Al público se le prohibió acercarse al lugar de la competición llevando botellas con líquidos. Los policías llevan cámaras sobre la cabeza. Las imágenes se procesan en la sede de la policía capitalina, informaron medios locales.
La novena edición de la Maratón de Tokio arrancó desde la alcaldía de la ciudad, su ruta de 42 kilómetros pasa por las calles centrales, frente al Palacio Imperial, y concluirá en el distrito de Koto Ku. La competición durará alrededor de 7 horas.