Agregó que Wintershall mantiene contactos permanentes con organizaciones rusas, financieras y de inversión.
"Estas entidades nos comunicaron a finales de 2014 que unas 6.000 compañías alemanas operan en Rusia, es la misma cantidad que antes", declaró Seele.
Las relaciones entre Rusia y Occidente empeoraron a raíz de la crisis en Ucrania y, en particular, tras la adhesión de Crimea en marzo pasado, que los países occidentales califican de "anexión ilegal".
EEUU y la UE aprobaron varios paquetes de sanciones contra Moscú que afectan tanto a particulares como a empresas concretas y a sectores enteros de la economía rusa.
En respuesta, Rusia decretó el embargo por un año de ciertos alimentos procedentes de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega.