El escándalo en torno a las empresas petroleras estatales UkrTransNafta y Ukrnafta, en el que se ven enfrentados el presidente Petró Poroshenko y el líder de la administración regional de Dnepropetrovsk, Ígor Kolomoiski, está adquiriendo tonos cada vez más políticos. El lunes venció el ultimatum impuesto por el gobierno para que Kolomoiski retire a sus hombres armados de las oficinas de Ukrnafta, tomadas por el oligarca la semana pasada. "No queremos ver enfrentamientos entre grupos armados privados de empresarios y políticos", dijo el ministro del Interior de Ucrania, Arsen Avakov.
En respuesta a las acusaciones del gobierno de que Kolomoiski quiere rebelarse ante el poder central, sus partidarios acusaron a las autoridades de Kiev de traición a los valores europeos que inspiraron el derrocamiento del presidente Víctor Yanukóvich.
Tras su regreso de Suiza a principios del año pasado y asumir el cargo de gobernador de Dnepropetrovsk, Ígor Kolomoiski se posicionó inicialmente como un defensor de la unidad del país y un enemigo inclemente del "separatismo". Además de la retórica patriótica, el oligarca financia a varios batallones de voluntarios que llevan a cabo combates contra las milicias del este de Ucrania.
Sin embargo y de manera inesperada, Kolomoiski hizo recientemente un llamado a reconocer a los líderes de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk. En lugar de insistir en mantener la unidad de Ucrania, el oligarca se ha mostrado cada vez más crítico hacia Kiev por las promesas de descentralización incumplidas.
Por su parte, el líder de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Alexandr Zajárchenko propuso a Kolomoiski crear una República de Dnepropetrovsk, debido a que, según cree Zajárchenko, el oligarca es quien realmente controla la región de Dnepropetrovsk.
"En esta pugna, Kolomoiski y Poroshenko están al tanto de que, de intensificarse el conflicto, ambos resultarían destruidos. Es por esto que Occidente mantiene la postura de que las acciones de Kolomoiski son cuestionables", dijo a Kommersant el diputado del Bloque de Petró Poroshenko, Alexandr Chernenko.
Según el secretario académico del Instituto de Política Ucraniana, Alexéi Poltorakov, el conflicto entre el presidente y el oligarca continuará.
"Poroshenko intenta mejorar las relaciones con los oligarcas y el sistema de obtención de ganancias. Tradicionalmente quien intente lucrar ilícitamente de la industria de hidrocarburos es castigado por las fuerzas de seguridad, como fue el caso de Yulia Timoshenko", explicó el experto a Kommersant y añadió que "la aparición de ejércitos privados podría ocasionar el regreso de la resolución de conflictos mediante métodos criminales, lo cual Poroshenko no puede permitir".
Es por esto que Kolomoiski, junto con Timoshenko, "apoyan la creación de una nueva ley de armas que permita crear empresas de defensa bajo el modelo de ejércitos privados", estima Poltorakov.
"Kolomoiski y su equipo fueron de gran ayuda en la lucha contra el separatismo. Es una lástima que haya aparecido un nuevo Kolomoiski, capaz de hacer cualquier cosa por apropiarse de una empresa estatal", escribió en las redes sociales el líder del Bloque de Petró Porosheko, Yuri Lutsenko y subrayó que "nadie intenta eliminar las empresas de Kolomoiski".
