El realizador Matt Rudge selecciona a sus protagonistas siguiendo el patrón del típico 'ex-pat', embarcando al espectador en una "colorida y entretenida" incursión por el litoral mediterráneo en la que escasean los "datos exactos", según critica el diario The Telegragh.
La cámara acompaña a la veinteañera Bronte, quien huyó del desempleo en Inglaterra y encontró trabajo sirviendo copas a sus compatriotas en bares de Benalmádena.
Bronte comparte un apartamento de un dormitorio con seis amigas en oficios similares.
En la "costa de la crisis" retratada por la BBC, todos los locales del entorno echan la persiana metálica al cierre de la temporada estival, forzando la vuelta a Inglaterra de una muy llorosa joven. "No quiero volver a casa", dice a camino del aeropuerto de Málaga.
"Hay 3.5 millones de casas vacías y otro tanto sin terminar", afirma la voz en off del documental sin ningún aval que confirme el dato. "Periodismo vago", denunció un internauta en Twitter, durante la emisión del programa.
El 'gordo' Dave tiene cuentas pendientes con la justicia en Inglaterra, aunque, según dice, es un inocente al que engañó algún colega.
Resiste con su extensa familia en Calahonda, donde regenta un bar-restaurante. Para atraer clientela prepara el popular combinado de 'fish and chips' (bacalao y patatas fritas), pero entre los malos tiempos y la competencia termina la jornada sin cubrir gastos.
"Aquí nos ven como vemos a los polacos en Inglaterra", observa Dave, haciéndose eco de las suspicacias que la inmigración provoca en Reino Unido.
La pensionista Elsie ha sufrido un derrame y depende de los servicios médicos y sociales españoles, que pese a los recortes en la era de la austeridad siguen atendiendo a los británicos.
Elsie y su marido están atrapados en España, sin posibilidades de vender su villa a consecuencia del hundimiento del sector inmobiliario.
Colin, de 66 años, perdió sus ahorros en un extraño negocio de "vuelos gratuitos". Persiste en su deseo de hacerse viejo al sol del Mediterráneo y vive de alquiler en una lujosa urbanización, que queda vacía en invierno.
Con su pensión británica cubre justo la renta del piso. Pero Colin no se deja vencer a la cruda realidad y su última iniciativa- clases de baile para jubilados- le están dando réditos suficientes para sobrevivir a la crisis.
"Los británicos somos los emigrantes" en la España de la austeridad, concluye el autor del documental.
