"La actividad del EI presenta un colosal peligro tanto para Irak como para las limítrofes Siria y Jordania, así como para todo Oriente Próximo y Medio y el mundo entero", señaló Narishkin.
"Al ver que la situación en la región se complica con cada día que pasa y se vuelve muy tensa, comprendemos que la primavera árabe se convierte más y más en un invierno árabe con el impacto de fuerzas exteriores", agregó el parlamentario.
Como "primavera árabe" fueron calificadas las protestas masivas que más tarde redundaron en revoluciones en Túnez y Egipto y guerras civiles en Libia y Siria.
Al señalar que una región potencialmente rica se ha convertido en un territorio de inestabilidad, Narishkin afirmó que eso se hizo posible "debido a las aspiraciones hegemónicas de algunos países, sobre todo de EEUU, que (…) crean zonas de caos en diversas regiones del mundo, causando la muerte de decenas y de hasta centenares de miles de personas".
La expansión del EI, que se extendió a Irak y Siria, se convirtió en uno de los problemas clave del 2014, a raíz de las hostilidades miles de civiles murieron, centenares de miles se convirtieron en refugiados y otros miles fueron tomados como rehenes.