"Esos proyectiles continúan siendo una fuente de preocupación para nosotros (EEUU) y la comunidad internacional", ha añadido.
El diplomático confirmó que su país proseguirá el plan reestructurado denominado European Phased Adaptive Approach (EPAA) debido a la amenaza que representa este armamento.
"Nuestros compromisos respecto al EPAA, incluidas las instalaciones en Polonia y Rumanía, se mantienen inquebrantables", resumió.
La semana pasada la portavoz de la OTAN, Oana Lungescu, declaró también a Sputnik que crecía la amenaza contra los estados del organismo debido a la proliferación de los misiles balísticos y que el acuerdo marco con Teherán no suprime este hecho.
Actualmente EEUU cuenta con dos áreas estratégicas en Alaska y California, mientras que Rusia solo con una, en Moscú.
Ahora la Casa Blanca pretende crear en Europa una tercera zona.
En la práctica esto significa el despliegue de un sistema global y podría cambiar el balance de fuerzas en el mundo.
Los representantes norteamericanos afirmaron en reiteradas ocasiones que el escudo en Europa no estaba dirigido contra Rusia y que la cooperación en el ámbito de la defensa antimisiles favorecería a EEUU, la OTAN y Rusia.