Los periodistas preguntaron sobre el posible desarrollo del potencial militar nuclear y Gorbulin contestó que Ucrania no tiene la respectiva base industrial ni los especialistas.
"Hoy no tenemos ni base industrial ni especialistas que puedan diseñar, crear y ensayar cargas nucleares y pienso que no deberíamos siquiera plantearlo", apuntó.
A su vez, el primer presidente de Ucrania, Leonid Kravchuk, anunció que no se arrepiente de la decisión de deshacerse del arsenal nuclear.
"No lo lamento, no había otro remedio. Las armas nucleares tienen su ciclo de vida, las ojivas expiraban en 1998", dijo Kravchuk al diario ucraniano Segodnya.
Kravchuk expresó que a las consecuencias del accidente de Chernóbil se habrían añadido entonces otros problemas, como el reemplazo de las cabezas nucleares, cuando ni siquiera había fondos necesarios para hacerlo.
Después de la desintegración de la Unión Soviética, quedó en el territorio de Ucrania un arsenal nuclear.
En 1993 las autoridades ucranianas renunciaron a las armas nucleares y firmaron el Convenio de Budapest.