En una resolución el Parlamento Europeo llamó al Gobierno turco que aproveche la conmemoración del centenario de los trágicos sucesos para "asumir su pasado, reconocer el genocidio armenio y, de esta manera, allanar el camino para una verdadera reconciliación entre los pueblos turco y armenio".
Esa decisión causó una dura respuesta de Ankara que avisó que la resolución podría empeorar las relaciones con Bruselas.
"El enfoque unilateral del Parlamento Europeo sobre los acontecimientos de 1915 podría empeorar las relaciones entre Turquía y la UE. Semejante enfoque no ayuda a resolver el problema entre Turquía y Armenia", dijo un comunicado de la cancillería turca.
El Parlamento Europeo "considera que es una prioridad de la comunidad internacional prevenir genocidios y crímenes de lesa humanidad, así como garantizar correspondiente castigo", dijo el ministro de Exteriores armenio, Edvard Nalbandian.
Este año los armenios conmemoran el centenario del genocidio que sufrieron sus antepasados durante el gobierno de los Jóvenes Turcos en el Imperio otomano, el lema de los actos conmemorativos es "Recuerdo y Exijo".
La matanza de más de 1,5 millones de armenios durante la Primera Guerra Mundial fue reconocida como genocidio por numerosos países, en algunos, su negación constituye un delito.
El primero en reconocer el genocidio de los armenios en el Imperio Otomano fue Uruguay en 1965, posteriormente le siguieron Rusia, Francia, Italia, Alemania, Holanda, Bélgica, Polonia, Lituania, Eslovaquia, Suecia, Suiza, Grecia, Chipre, Líbano, Canadá, Venezuela, Argentina y casi todos los estados de EEUU, además del Vaticano, el Parlamento Europeo y el Consejo Mundial de Iglesias.
Algunos países, entre ellos España, no reconocen el término genocidio para referirse a la persecución que sufrió este pueblo en el Imperio otomano.