“Israel califica de extremadamente grave la cuestión de la venta de los sistemas S-300 por Rusia a Irán mientras este sigue aumentando la agresión en la región y a lo largo de las fronteras israelíes”, dijo ante el Gobierno.
“El cese de la agresión no está mencionada en el acuerdo y tampoco es una condición del levantamiento de sanciones (contra Irán)”, indicó.
Netanyahu destacó que “los misiles iraníes cada año se hacen más modernas, precisas, potentes y mortales”.
“Solo una cosa se queda igual, la inscripción ‘Muerte a Israel’ en los adrales (de los transportadores de misiles). Israel hará todo lo necesario para garantizar la seguridad de sus ciudadanos ante estas amenazas”, concluyó.
El lunes pasado el presidente ruso canceló la prohibición de exportar los S-300 a Irán, lo que causó las protestas de Tel Aviv.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, subrayó en repetidas ocasiones que el sistema de misiles antiaéreos S-300 es una arma defensiva que “de ninguna manera socava la capacidad de defensa de Israel”.
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El contrato, firmado por Moscú y Teherán en 2007 preveía suministrar cinco divisiones de S-300PMU-1, que comprendía 40 lanzaderas.
Tres años más tarde, el entonces presidente Dmitri Medvédev suspendió la transacción, a lo que Teherán respondió con una demanda judicial.