El pasado 17 de enero, Román Polikárpov, en estado de ebriedad, llamó a la policía y "comunicó sobre una bomba colocada por él en el Kremlin entendiendo la falsedad de su mensaje".
"Durante la audiencia, el acusado se arrepintió de lo sucedido y presentó una solicitud sobre la investigación de la causa penal de una manera especial, es decir sin examinar las pruebas de su culpa", señala la nota de la fiscalía.
No es el primer incidente de este tipo que sucede en la región de Krasnodar.
Anteriormente, se informó que el ciudadano armenio Ashot Arakelián, quien se encuentra en Rusia ilegalmente, llamó el 15 de enero a la policía de la ciudad de Sochi y comunicó sobre la preparación de una explosión en el Kremlin.