Filipinas ha mantenido tradicionalmente una postura más hostil hacia China.
Manila llegó a comparar el año pasado la inacción global actual con la que disfrutó Adolf Hitler durante el auge de la Alemania nazi.
Aquino ha afirmado que la situación hoy es "posiblemente peor" y que es lógico que Manila busque acuerdos con países unidos por los mismos objetivos.
Ambos gobiernos acordaron a principios de año un comunicado en el que mostraban su preocupación por "las masivas actividades de reclamación" territorial de China.
La colaboración estratégica está en fase de negociación y carece de fecha de firma.
"Estamos aún definiendo en qué consiste (…) trabajamos en los detalles", ha aclarado Aquino, quien ha subrayado que su intención no es incomodar a Pekín.
"No estamos formando colaboraciones con el objetivo de acabar en una coalición contra nadie", ha señalado.
Las declaraciones de Aquino coinciden con el inicio de las masivas maniobras militares conjuntas entre Filipinas y Estados Unidos en aguas cercanas a las que han sido escenarios de escaramuzas entre China y otros países.
Las maniobras llamadas Balikatan ("hombro con hombro" en la lengua local) juntan desde hoy a más de 90 aviones y barcos.
También tomarán parte 6.000 militares estadounidenses, el doble que en el pasado año.
"Tenemos convincentes razones para elevar nuestras voces y contar al mundo los efectos adversos de la agresividad china" ha dicho en rueda de prensa el general Gregorio Pio Catapang jr.
Los últimos lamentos globales sobre las actividades de Pekín están relacionadas con su construcción de islas artificiales en aguas en disputa pero que China reclama bajo su única jurisdicción.
Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunei y Taiwán también defienden sus derechos sobre ellas.
China construye islas artificiales trasladando arena sobre arrecifes de coral vivo, algunos de los cuales están sumergidos, y colocando luego cemento para pavimentarlo.
Imágenes de satélite han mostrado esas construcciones en el archipiélago de las islas Spratly.
En algunas de ellas se intuye la instalación de pistas de aterrizaje que podrían tener uso militar.