"Si fuera mujer y hubiera hecho todo lo que ellos quieren, lo que los factores de poder quieren seguramente me hubieran alabado, hubieran dicho que mujer tan inteligente y capaz. Y como además de ser mujer no hago lo que ellos quieren, entonces obviamente es doble pecado", dijo la mandataria al ser consultada sobre las críticas contra su gestión.
"Margaret Thatcher también era mujer, sin embargo, era aceptada muy amablemente por las grandes potencias del mundo. Con lo cual la condición de mujer no basta únicamente para ser atacada desde los centros del poder", indicó.
La líder argentina restó importancia a las críticas personales que recibe y aseguró es uno de los riesgos que se corren al adoptar determinadas posturas políticas que afectan a algunos centros de poder.