"Las fuerzas que quisieran establecer un mundo monopolar están interesadas en revisar los resultados de la II Guerra Mundial para respaldar con argumentación histórica sus pretensiones de reformar la ONU y su Consejo de Seguridad", declaró Nikíforov al participar en la conferencia interactiva Moscú-Pekín organizada en la agencia Rossiya Segodnya.
Según experto, Occidente ha orquestado una campaña propagandística con el fin de crear la imagen de una Rusia enemiga, pero le falta material histórico para provocar el rechazo del país ruso.
En particular, el primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, habló hace poco de "la invasión soviética de Ucrania y Alemania".
Más tarde, el canciller polaco, Grzegorz Schetyna, afirmó que el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau fue liberado por los ucranianos, aunque seguramente sabía que los nombres se daban a los frentes —en este caso se trató del Primer Frente Ucraniano- según la dirección de sus operaciones de combate, pero no a partir de la nacionalidad de sus efectivos.
Las palabras de Schetyna provocaron indignación tanto entre la opinión publica como entre los historiadores profesionales de Rusia.
En particular, el director del Instituto de Historia Rusa de la Academia de Ciencias de Rusia, Yuri Petrov, las calificó como "una falsificación intencionada de la Historia".