Los diputados del Parlamento británico se eligen por escrutinio uninominal mayoritario, lo que significa que los ciudadanos que acudan hoy a las urnas en cada una de las 650 circunscripciones votarán por un candidato concreto y no por un partido.
El ganador de las elecciones será el candidato que obtenga el mayor número de votos.
El derecho a participar en los comicios lo tienen todos los ciudadanos de Gran Bretaña, Irlanda (residentes en el reino Unido) y de los países de la Mancomunidad de Naciones, mayores de 18 años y sin restricciones jurídicas para el voto.
Asimismo, cada elector tiene la posibilidad de votar por correo o a través de un apoderado.
Tampoco existen limitaciones al derecho de voto para la reina Isabel II, pero nunca ha acudido a las urnas para que su sufragio no pudiera ser calificado de anticonstitucional.
Las últimas encuestas de intención de voto dan un empate a los candidatos de los dos principales partidos británicos, el Laborista y el Conservador.