"La violencia es fruto de la corrupción y de instituciones que se han debilitado por el crimen organizado, por intereses ocultos, amparados en un sistema institucional débil que se ha dejado corromper", argumenta en entrevista vía telefónica el principal responsable del capítulo México de Transparencia Internacional.
Para México, los comicios de medio mandato presidencial del presidente Enrique Peña (2012-18) son una oportunidad para "restaurar la paz y el pacto social, exigir que la ley se cumpla, y en ese escenario el camino no es la abstención ni el boicot electoral", sostuvo el experto del organismo global.
"Como organización que promueve el respeto de los Derechos Humanos, con una agenda de construcción de un Buen Gobierno, no creemos que el boicot o la abstención resuelva el problema de fondo", insistió.
El boicot abre las puertas a la antipolítica, sostiene el responsable de TI en México y no se puede olvidar que "los autoritarismos y personalismos florecen en las crisis políticas, no hay razón para abrirle la puerta al lado más autoritario de la sociedad mexicana", advirtió.
Interrogado sobre el llamado de dos líderes sociales prestigiosos, como el poeta Javier Sicilia —padre de un joven asesinado con cinco amigos—, o el sacerdote Alejandro Solalinde, y familiares de los 43 jóvenes desaparecidos de la escuela rural de maestros de Ayotzinapa, Guerrero, Bohórquez respondió: "debemos entender a quienes llaman al boicot, porque es muy difícil insistir en la legalidad ante terribles y graves violaciones de los DDHH".
Transparencia Internacional ha lanzado la iniciativa Tres de Tres, para que los funcionarios públicos publiquen tres declaraciones, la patrimonial, la de intereses, y la de impuestos: "hay que poner a prueba las instituciones; es un riesgo enorme que se amplifique el desencanto y la gente se aleje de las urnas y profundice su desconfianza en la clase política".
El otro lado del peligro es que los políticos no se abran a la gente: "el riesgo de la abstención es que la clase política no vea en la transparencia un desafío que la obligue a cambiar".
Al contrario –enfatiza el director de TI– "existe la necesidad de hacer más y mejor política y vida cívica, no es recomendable en las condiciones actuales de violencia en México alejarse de la vida pública".
En México, con más de 100.000 muertos y 23.000 desaparecidos en ocho años, "el peor riesgo es alejarse de las plazas públicas, que pasan a ser ocupadas por quienes promueven el uso de la fuerza para pasar por encima de los ciudadanos, y las elecciones son un momento para frenarlos".
Una elección centrada en la corrupción
Pero por primera vez en México, a la par de una discusión estrictamente electoral, hay en marcha discusión legislativa en el Congreso de una ley general de transparencia y de un sistema nacional anticorrupción.
"La agenda anticorrupción es una agenda electoral, la democracia y la alternancia en México iniciada en el año 2000 no le han dado al país una mejor clase política, hay desconfianza en todos los partidos", lamenta TI-México.
Existe una desconfianza ciudadana en las instituciones que admite: "el ejercicio de transparencia busca que en vez de la anti-política se coloque un consenso en la anticorrupción".
México ha aprendido de otras experiencias de América Latina, como la anti-política en Venezuela a finales de los años 90 y la expresión surgida en las crisis de Argentina de principios del siglo XXI, "que se vayan todos" los políticos, porque esas manifestaciones no cambian a la clase política, que se perpetúa en el poder.
Muy pocos países en el mundo tienen legislación sobre este tema de conflicto de intereses en el mundo: unos nueve países, entre los cuales están Nueva Zelanda, Francia, el Reino Unido, EEUU.
Las dificultades en México para superar el conflicto de intereses en la gestión pública, como las mansiones compradas por el Presidente, su esposa y funcionarios a contratistas del gobierno, tiene raíces hondas en la cultura política mexicana: "las negativas a sumarse a la transparencia vienen de todos los partidos, no es ideológica, y la opción por la opacidad la toman los candidatos, no los partidos", puntualiza.
