"En cuanto al embargo de armamento, nuestras posturas siguen siendo opuestas, por ahora no hemos encontrado puntos de vista comunes en esa cuestión, debemos constatarlo con mucha lástima", dijo Riabkov en rueda de prensa.
El viceministro destacó que Moscú seguirá insistiendo "todo el tiempo que resulta necesario" en que la suspensión del embargo de suministro de armas debe ser una de las primeras medidas a tomar para suavizar las sanciones impuestas contra el país persa.
"No puede apretarse automáticamente el gatillo", destacó.
Según el viceministro ruso, precisamente su país defiende actualmente las prerrogativas y la responsabilidad del Consejo de Seguridad de la ONU, defiende que "todos los procedimientos y reglas se cumplan".
"Somos guardianes del derecho internacional (…) en condiciones cunado tiene lugar un ataque contra ese derecho, un ataque cínico, falso, hipócrita por parte de aquellos que nos acusan de acciones que no corresponden a las normas de derecho internacional", dijo.
El diplomático aseguró que los participantes de las negociaciones no están de acuerdo con todo lo propuesto por la parte rusa, pero "eso es algo normal".
"Ahora hemos alcanzado un buen ritmo y existe la seguridad de que dentro de unos días podremos constatar un nuevo acercamiento al resultado", señaló Riabkov.
Anteriormente se informó que las partes están preparando el texto del acuerdo final.
El pasado 2 de abril en la ciudad suiza de Lausana, en las negociaciones con el Grupo 5+1 (China, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia más Alemania), Teherán se comprometió a suspender en dos tercios su capacidad para enriquecer uranio en el transcurso de los próximos 10 años y someter el conjunto de sus labores nucleares al control de la comunidad internacional durante 25 años.
El acuerdo final sobre el programa nuclear iraní debe estar listo para el 30 de junio y una vez aprobado allanará el camino para el levantamiento de las sanciones internacionales impuestas a Teherán.