La empresa Kering había denunciado el viernes a Alibaba en un tribunal federal de Nueva York por "animar, asistir y aprovecharse de la venta de productos pirateados", según la demanda presentada por la propietaria de marcas como Gucci, Yves Saint Laurent o Puma.
"Alibaba ha estado trabajando en colaboración con numerosas marcas para ayudar a proteger su propiedad intelectual y tiene un poderoso historial en ese sentido", asegura Alibaba, agregando que "desafortunadamente, Kering ha elegido el litigio unilateral para resolver el asunto en lugar de la cooperación constructiva".
Éste es el segundo litigio que interpone Kering en un año contra Alibaba después de que retirase el primero al haber acordado "trabajar conjuntamente y de buena fe" para crear un "saludable ecosistema" para consumidores y marcas de lujo.
Pero Kering asegura ahora que Alibaba no solo no ha detenido las ventas de mercancías falsas sino que permite operar a los infractores de marcas incluso cuando abiertamente admiten que ofrecen productos piratas.
La demanda denuncia que los algoritmos del buscador de Alibaba han sido diseñados para dirigir a los usuarios que quieren marcas de lujo hacia las falsificaciones.
El escrito de 144 páginas exige a Alibaba que revele qué beneficio ha recibido de las ventas de las falsificaciones para poder calcular la indemnización.
El pasado año consiguió 25 mil millones de dólares con su salida a bolsa, estableciendo un récord.
Pero el éxito de la compañía, fundada en 1999 por el carismático Jack Ma, siempre ha venido acompañado de críticas por no luchar suficientemente para eliminar de su portal el floreciente mercado nacional de falsificaciones.
Las denuncias no siempre han llegado de las compañías extranjeras.
La Administración Estatal de Industria y Comercio (SAIC), que regula el mercado de China, publicó recientemente un estudio que aseguraba que solo un tercio de los productos ofrecidos en Taobao eran genuinos.
Ma ha defendido sus esfuerzos en los últimos años por luchar contra la piratería.
En enero, después de publicarse el estudio de la SAIC, Alibaba anunció la creación de un cuerpo de 300 inspectores contra las falsificaciones.
La compañía asegura que ha gastado en los dos últimos años un billón de yuanes (más de 160 millones de dólares) y ayudado a detener a 400 supuestos falsificadores.