El documento, que está firmado entre otros muchos por el escritor Juan Goytisolo, último premio Cervantes, no está vinculado a ninguna formación política.
Los firmantes señalan que se divulga ahora, en las últimas horas de la campaña electoral que renovará ayuntamientos y gobiernos regionales este domingo 24 de mayo, por "la sencilla razón de que, desgraciadamente, este es el único momento en que los responsables políticos escuchan".
En el manifiesto se recuerda que "la inflexión del 92", con la llegada de los Juegos Olímpicos a la capital catalana, "dio a la cultura un gran protagonismo en las políticas públicas de Barcelona".
"Uno de sus resultados positivos ha sido la creación de una red de instituciones culturales que, con su fuerte presencia en la ciudad, constituyen un importante patrimonio ciudadano, no de los partidos políticos ni de un determinado sector", afirma.
Pero "al repunte de una política cultural corporativa y parroquial que aspira a monopolizar el debate público", se dice en el documento, "utilizando los museos como escaparate y propaganda partidista, se suma la creciente captura regresiva de las políticas culturales por las guerras identitarias", en relación campaña independentista que se vive desde hace dos años en Cataluña.
Los firmantes de la denuncia afirman que "no podemos ser cómplices de la desertización cultural de Barcelona".
"El capital cultural público acumulado está siendo dilapidado", continúa, "recuperemos las instituciones, salvémoslas de la regresión, del control partidario y del abandono", concluye el manifiesto, que ha tenido mucho eco.