Bolivia y Chile se enfrentan en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya, por ese contencioso. La CIJ escuchó semanas atrás los alegatos de ambos países, y deberá decidir entre octubre y diciembre si es competente en la demanda presentada por el gobierno de Evo Morales, que exige un "diálogo de buena fe" para resolver el diferendo.
El economista y consultor independiente boliviano Bernardo Corro Barrientos sostuvo que Chile se ha desarrollado a expensas del territorio que "despojó" a Bolivia.
El experto explicó a Sputnik Nóvosti que "el primer milagro económico" chileno se produjo a fines del siglo XIX con el aumento de la demanda internacional del guano y del salitre, que explotó y exportó desde territorio que pertenecía originalmente a Bolivia.
Chile invadió territorio boliviano en 1879, quedándose con unos 400 kilómetros de costa y una vasta zona rica en recursos naturales.
Con esas ganancias, Chile pudo hacer importantes inversiones en infraestructura vial, económica y social, señaló, mientras la economía boliviana quedaba rezagada.
El "segundo milagro" chileno sobrevino con el descubrimiento de importantes yacimientos de cobre en territorios que antes pertenecían a Bolivia, y el tercero llegó con la nacionalización de ese producto, adoptada por el gobierno de Salvador Allende (1970-1973).
Mientras, Bolivia quedó atrasada en materia de desarrollo, por eso hoy, aún si obtuviera una salida al mar, se le presentaría "un problema, porque no cuenta con infraestructura" para usufructuar esa costa, dijo Corro Barrientos a Sputnik.
"Los puertos importantes que se utilizan ahora son (los chilenos de) Iquique, Antofagasta y Arica. Bolivia no podría emprender inmediatamente la construcción de toda esa infraestructura. Puede tardar por lo menos entre 10 y 15 años", indicó.
Sin embargo, Felipe Duarte, gerente de finanzas de la empresa de construcción e infraestructura boliviana Bolinter, consideró eso no constituiría un obstáculo.
"Tenemos empresas capacitadas a ese nivel para hacer cualquier infraestructura industrial, portuaria o la que se necesite", aseguró, y agregó que también se podría atraer a compañías extranjeras, algunas de las cuales ya están desarrollando "importantes proyectos" en Bolivia.
También consideró que no sería difícil obtener financiación extranjera o del propio Banco Central de Bolivia, que "ya ha brindado préstamos para proyectos bastante grandes" en el país, como el del desarrollo de una planta de urea.
Mientras, Corro Barrientos sostuvo que, si Bolivia obtiene una salida al mar va a haber "aspectos compensatorios y ganancias muy importantes", pues podría sumarse al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica y al foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
"El futuro es muy importante. Los costos van a ser grandes, pero a mediano y largo plazo todo se compensa", auguró.
En tanto, Duarte subrayó la necesidad de que Bolivia equilibre sus intereses a la hora de exigir una demanda soberana a la salida al mar.
"La política ha obstaculizado oportunidades de negocios", advirtió, y citó como ejemplo lo ocurrido la década pasada en el marco de la llamada "Guerra del Gas", en la cual un proyecto para exportar ese producto a México y Estados Unidos través de puertos de Chile, que ofrecía privilegios impositivos, se vio frustrado por la disputa por una salida soberana al mar.
"Hay que insistir en la parte política pero también hay que ser sabio. No podemos hacernos los ciegos. Los políticos a veces utilizan estos temas para generar discurso, imponer otros temas y usarlo de bandera en las elecciones", señaló.
