Torres, uno de los máximos especialistas en España de temas monárquicos, afirma que no es de extrañar que al actual rey le esté costando tanto lograr una mayor aceptación entre sus ciudadanos, una institución que no logra el aprobado, ya que partía de muy abajo.
"La institución estaba bastante deteriorada por varios motivos", explica el experto a esta agencia cuando se cumple un año de la inesperada abdicación de Juan Carlos.
"Uno, era la propia vida de don Juan Carlos que se situaba un poco fuera de lo institucional" y, en segundo lugar, por "su delicada salud que le llevó al quirófano para ser operado por lo menos diez o doce veces" y eso hacía que "su imagen se viniera un poco abajo, parecía que no se encontraba en condiciones de ser Jefe de Estado".
Pero Felipe no logra remontar, aunque ha subido un 0,6% hasta 4,34 puntos, según el sondeo de mayo, porque en España "hay pocos monárquicos", estima el catedrático.
"España es una monarquía sin monárquicos", hasta la mayoría de los partidos políticos "son republicanos".
La aceptación se debe a que así "lo establece la Constitución que es respetada, aunque cada vez menos", estima Torres Moral a Sputnik Nóvosti.
Los socialistas del PSOE se pueden considerar leales a la monarquía, "pero ya ha aparecido algún partido en la izquierda, como Podemos, que es crítico con la institución".
Los españoles eran "juancarlistas" antes que "monárquicos", porque Juan Carlos "lo hizo bien y se supo ganar al pueblo".
No hay que olvidar, que "fue puesto como rey por el dictador Franco y tenía esa mancha de origen". No era un rey que "hubiera subido a la jefatura del Estado por procedimientos legítimos, sino que había sido impuesto por un dictador".
Solo después del golpe de estado protagonizado por los militares el 23 de febrero de 1981 —en el que se pone frente a los golpistas- "la ciudadanía le acepta como rey".
Según el experto, "la imagen del rey subió muchos enteros y ese favor de la opinión pública duró 30 años, pero que gozara de ese favor no significa que hubiera monárquicos, sino que Juan Carlos era muy aceptado incluso, entusiásticamente bien aceptado".
Su aceptación fue por "razones coyunturales, no de convicción monárquica", por eso es tan difícil que la monarquía conserve este equilibrio.
Torres Moral da una "notable" a la actuación de Felipe VI y reconoce que la no renuncia a los derechos de sucesión de su hermana Cristina, imputada por un escándalo de corrupción, sigue lastrando a la Corona.
Tema: Caso Nóos
El catedrático aboga por un amplio cambio en la Constitución que corrija este problema y otros, como los de la preferencia en la sucesión del hombre sobre la mujer.
El especialista monárquico también ve con buenos ojos una consulta popular sobre la forma de Estado. "Ganaría la monarquía, porque en España tampoco hay republicanos".
"En España nadie cree en nada. La gente lo que quiere es trabajar y comer, es lo único que les importa. Y entre la certeza de la monarquía, que no va del todo mal, y la incertidumbre de la república, la gente prefiere conservar lo que hay. El referéndum lo ganaría la monarquía con holgura y así se disiparía la duda durante 50 años, aunque entonces volvería salir", estima Torres Moral.
El catedrático concluye que Juan Carlos, un año después de su abdicación "ha desaparecido del mapa político español por completo", tras 39 años de reinado.
