La Autoridad Independiente sobre Prácticas Parlamentarías (IPSA, por sus siglas en inglés) dio hoy la última oportunidad para rebatir su decisión inicial, que disparará el sueldo de los representantes políticos en la cámara de los Comunes a 74.000 libras anuales (cerca de 202.000 euros).
Los diputados cobraron 67.060 libras como salario base, además de dietas y subvenciones, en la anterior legislatura, que concluyó con las elecciones del mes pasado.
El incremento decidido por la IPSA, que tendrá carácter retroactivo al 8 de mayo, choca con la política de austeridad que el gobierno de David Cameron va a mantener en los próximos años.
Los sueldos de los funcionarios públicos siguen congelados o limitados a un incremento del 1%, pero los miembros de los Comunes tienen prácticamente asegurada una subida del 10%.
La portavoz de Cameron indicó hoy que el Ejecutivo conservador no intervendrá para frenar la revisión salarial marcada por la IPSA.
Este organismo tiene poder legal para dictar cambios salariales en Westminster y, según Downing Street, "si decide seguir adelante con su decisión, el incremento se abonará automáticamente a los diputados".
No obstante, todos ellos se verán beneficiados por el plus del 10% correspondiente a su función como diputados.
Mientras, el gobierno trabaja sobre un programa de recortes del gasto social de 12.000 millones de libras, que el ministro del Tesoro, George Osborne, detallará en julio.