Pero McConnel no logró imponer su visión a muchos de los senadores de su partido, que votaron junto a los demócratas, de forma que a partir de ahora la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) necesitará de una autorización para analizar los datos extraídos de las conversaciones telefónicas de los ciudadanos estadounidenses.
La aprobación de este nuevo programa, y la inclusión de las garantías judiciales, ha sido posible en buena medida gracias a la presión de la Casa Blanca, así como de prominentes sectores del partido Republicano.
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También ha resultado fundamental el papel desempeñado por Edward Snowden, quien en 2013 reveló las colosales dimensiones del programa de espionaje creado por EEUU a raíz de los atentados del 11-S, y sobre cuya figura se estrenó en octubre de 2014 Citizenfour, ganadora del Oscar al mejor documental el pasado mes de febrero.