"Gazprom y CNPC establecieron un plan de trabajo y expresaron su intención de acelerar el proceso de preparación del contrato. Ya se han definido los puntos fundamentales del futuro documento", dijo Miller.
En primer lugar, continuó el ejecutivo, "se han definido los volúmenes y los plazos: 30.000 millones de metros cúbicos anuales de gas por 30 años".
Además se acordaron las características técnicas de los futuros envíos de gas.
"En particular se ha acordado el punto de entrega de gas en la frontera entre Rusia y China, se definieron las coordenadas. También se ha determinado un nuevo corredor por Rusia para la exportación de gas a China", dijo Miller y explicó que "esto es prioritario porque estamos hablando de entre 60.000 y 100.000 millones de metros cúbicos de gas al año por la ruta occidental".
La ruta occidental, o de Altái, es un proyecto de gasoducto que va desde los yacimientos de Siberia occidental hacia China por la frontera entre la República de Altái de Rusia y la provincia china de Xinjiang.
Actualmente, los yacimientos gasíferos de Siberia occidental están conectados únicamente a Europa, lo que deja a Rusia en una situación de dependencia ya que países como Noruega o Argelia podrían reemplazar los envíos de gas ruso, pero Rusia no cuenta con la infraestructura para exportar este gas a otros países.
En 2013, el gigante asiático consumió 161.000 millones de metros cúbicos de gas natural, de los cuales 51.000 millones fueron importados. En abril de este año, el Gobierno chino anunció su intención de aumentar el consumo de gas a 420.000 millones de metros cúbicos anuales para 2020 y reducir el consumo de carbón.
Además, la Administración Nacional de Energía de China revisó sus pronósticos para la producción en el país asiático de gas de esquistos, bajándolos a menos de la mitad.
Ante esto, China necesita aumentar sus importaciones de gas debido a los problemas medioambientales que ha generado el intenso uso de carbón para la generación de electricidad y la disminución de la producción interna.