Este último refuerzo de soldados eleva a 900 el número de efectivos militares británicos enzarzados en misiones relacionadas con Irak, de acuerdo con el diario The Guardian.
Cameron confirmó la nueva contribución de las fuerzas armadas británicas en anticipación a su reunión el lunes con el presidente iraquí, Haider al Abadi.
Un centenar de los soldados enseñará a sus homólogos iraquíes métodos adecuados para detectar y desactivar explosivos utilizados por el Estado Islámico (EI).
El resto del nuevo despliegue enfocará su tarea de instrucción en cuestiones logísticas, como construcción de puentes, mantenimiento de equipos y asistencia médica.
Los soldados británicos extenderán su campo de acción de la región kurda, donde operan desde el pasado marzo, para cubrir otras zonas de Irak, incluida la capital Bagdad.
"Es consistente con nuestra aproximación hasta la fecha para hacer frente a la maldad que es el EI", señaló el portavoz de Cameron.
El dirigente conservador tiene previsto un encuentro bilateral con el presidente estadounidense, Barack Obama, en los aledaños de la cumbre del G-7 en Bavaria.
Se anticipa que ambos traten con Al Abadi cuestiones relacionadas con los recientes avances militares de los islamistas en Irak.