"Durante la reunión (con el primer ministro italiano) hablamos de la crisis en Ucrania y los dos coincidimos en que no hay alternativa al arreglo pacífico", dijo Putin.
Subrayó que "Rusia, al igual que Italia, se pronuncia a favor de una completa implementación de los acuerdos de Minsk".
El líder ruso lamentó que hasta ahora los convenios acordados en la capital bielorrusa se cumplan puntualmente.
"Por desgracia, no se cumplen en su integridad, sino puntualmente", señaló.
Por su parte, Renzi corroboró las palabras de Putin y aseguró que toda la gente “de buena fe trabaja para el cumplimiento de los acuerdos de Minsk en su integridad”.
El jefe del Gobierno italiano califico los acuerdos de Minsk II de un compás y un punto de partida de cara a los futuros esfuerzos para el arreglo ucraniano.
Otro asunto que mantiene preocupadas a Rusia e Italia, prosiguió Renzi, es la respuesta a la amenaza terrorista.
“Una de las prioridades de nuestra reunión fue la preocupación por el terrorismo y el deseo de encontrar una respuesta común a este desafío”, dijo.
El conflicto armado ha causado alrededor de 6.500 muertos y más de 16.000 heridos desde abril de 2014, según los últimos datos de la ONU.
Aunque los acuerdos logrados en Minsk el 12 de febrero de 2015 han permitido frenar los combates a gran escala, replegar las armas pesadas de la línea del frente y crear una zona de seguridad, los observadores de la OSCE alertan de violaciones periódicas del armisticio y también los bandos del conflicto se acusan mutuamente de infringir la tregua.
