"Los exámenes médicos son el mayor obstáculo para los que aspiran a hacer el servicio militar y los dispuestos a engrosar la reserva activa", dijo Adam, precisando que dos tercios de reclutas potenciales se eliminan en esta fase.
Entre las enfermedades que no deben obstaculizar el reclutamiento, Adam mencionó la disfunción tiroidea, la forma ligera de la rinitis alérgica, el eccema y otros.
Según Adam, no tiene sentido dejar de reclutar personas cuya enfermedades no impiden hacer el servicio militar.
El portavoz agregó que el Parlamento checo abordaría los nuevos criterios en la sesión de otoño próximo.
Actualmente el Ejército de la República Checa cuenta con 21.500 personas, de las cuales unas 5.000 son empleados civiles.
En 2014 el Gobierno aprobó aumentar para 2020 el presupuesto militar del 0,9% al 1,4% del PIB. El Ejército irá ampliando su plantilla a un ritmo anual de 1.000 personas hasta 2020.