Los servicios secretos de EEUU impusieron las técnicas de tortura contra los sospechosos de terrorismo después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
La iniciativa del republicano John McCain y la demócrata Dianne Feinstein fue apoyada por 78 senadores frente a 21 votos en contra.
“Tenemos que seguir insistiendo en que los métodos que empleamos en esta lucha por la paz y la libertad deben ser siempre, siempre, los más correctos y honorables, como los objetivos e ideales por los que luchamos”, dijo McCain citado por el diario International Business Times.
Esta enmienda no se convertirá en ley hasta que el Senado y la Cámara de Representantes no aprueben el presupuesto de la Defensa para el 2016.
Asimismo, la cámara baja del Congreso estadounidense podría rechazar la enmienda.
El documento revela abusos cometidos por la CIA durante la presidencia de George W. Bush (2001-2009) y que incluyeron torturas y desinformación a las autoridades y la opinión pública.
Resultó que los agentes de la CIA golpeaban y humillaban a los sospechosos, les hacían pasar frío y no les daban dormir.
Uno de los recursos más utilizados era el tormento por ahogamiento, en el que la persona era atada a una tabla y se le sumergía hasta el último momento.
