Uno de ellos es Bautista Paz Posse, un argentino de 20 años de edad que se inició en el polo a los 13 y que hoy juega para el equipo Moscow Polo Club (MPC) y trabaja para el Tseleevo Golf y Polo Club, ubicado a unos 40 kilómetros al norte de Moscú.
"En este club trabajo todos los días con veinte caballos, incluidos los caballos nuevos. En la parte práctica, jugamos cuatro días a la semana, a veces toda la semana, depende de la cantidad de los caballos", cuenta.
El Tseleevo Golf y Polo Club, fundado hace 12 años, cuenta con todo lo necesario para la práctica del deporte: dos canchas de competiciones y una de entrenamiento. Según los expertos, los campos de juego del Tseleevo están entre los cinco mejores de Europa.
También cuenta con una academia para quienes deseen aprender a jugar polo que admite a niños desde los 10 años de edad.
Recientemente el Tseleevo acogió el Décimo Campeonato Abierto de Rusia. El trofeo del torneo –la Copa de Plata- fue disputado por los equipos más potentes del país: el MPC del argentino y el combinado anfitrión del club.
A pesar de su juventud, Bautista Paz es un jugador de polo bastante experimentado: participó en un torneo en Inglaterra, y en Argentina ganó varias competiciones.
Sobre su etapa en Rusia dice que es una buena experiencia para él y que se siente a gusto. "Las canchas son espectaculares y los caballos son muy buenos. Y los rusos me caen muy bien", subraya.
Sin embargo, reconoce que aún queda mucho por hacer para elevar el nivel de la competencia en el país y una de las claves —a su juicio- es traer más jugadores foráneos.
Una de las figuras más destacadas del polo ruso es Mijaíl Rodzianko, entrenador y gerente del club de polo Tseleevo, y también considerado uno de los jugadores más fuertes de Rusia.
Mijaíl es hijo del banquero y empresario estadounidense Alexis Rodzianko (de origen ruso), uno de los principales promotores del polo en Rusia y presidente del MPC. Cuenta que para aprender a jugar bien el polo viajó a Argentina en tres ocasiones.
"Pasé en Argentina tres temporadas en 2008, 2009 y 2010 para aprender a jugar polo y también para aprender castellano", dice Rodzianko, quien empezó a practicar el deporte a los 14 años.
Durante su tercer viaje a Argentina, Mijaíl compró allí seis caballos y los trajo a Rusia.
Tras graduarse de la universidad, Mijaíl volvió a Moscú y asumió la gerencia del Tseleevo Golf y Polo Club.
Cuando el polo empezó su desarrollo en Rusia, "todos los caballos venían de Argentina, Alemania, EEUU, pero ahora ya son menos los caballos 'importados' porque nos dedicamos a criarlos acá", dice Mijaíl.
El gerente del Tseleevo es consciente de que el polo en Rusia aún está dando sus primeros pasos, muestra de ello es que en todo el país "no hay más de cien caballos de polo".
Al mismo tiempo, ve con optimismo las perspectivas de este deporte en Rusia ya que, "estamos criando caballos y cada vez hay más gente que quiere aprender a jugar", explica.
"Tengo un montón de estudiantes y otra gente que tiene ganas de aprender a jugar al polo", señala Mijaíl y añade que se siente feliz con lo que está haciendo y cree que "con el tiempo el polo irá creciendo más y más en Rusia".
En la actualidad, además del club de polo que dirige Mijaíl, existen otros dos en Rusia: uno San Petersburgo y otro en Kazán.
