Según fuentes policiales, el asesino habría disparado a un conductor cerca del pueblo de Malone (Nueva York), lo que motivó una llamada a los servicios de emergencia y el rápido despliegue de las fuerzas de seguridad.
De momento se desconoce el paradero del compañero de Richard Matt, David Sweat, aunque los agentes que coordinan su persecución, al frente de un equipo de más de 1000 policías, consideran probable que se encuentre en las inmediaciones.
Ambos prófugos habían logrado escapar de la cárcel de Clinton el pasado 6 de junio gracias a la colaboración de dos empleados de prisiones, Gene Palmer y Joyce Mitchell, imprescindible para, en palabras del gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, "afrontar la gigantesca obra de ingeniería necesaria para escapar".