La Comisión Reguladora de Valores de China (CSRC, por sus siglas en inglés) estudia las informaciones sobre movimientos anormales en la Bolsa y en los mercados de futuro.
El órgano regulador transferirá cualquier evidencia a la policía, según la agencia de noticias Xinhua.
Todas las medidas de Pekín para detener el desplome de la bolsa de Shanghái, una de las más potentes del mundo, han fracasado.
Algunos expertos aseguran que la caída es un movimiento de corrección lógico después de que la Bolsa de Shanghái duplicase su valor en apenas un año.
Un editorial del diario Global Times admite que algunos de los comportamientos especulativos podrían ser ilegales, pero descarta que la caída de la Bolsa se deba a "ataques hostiles de inversores extranjeros" y asegura que el mercado de valores chino no es tan fácilmente manipulable como el de Hong Kong o Tailandia.
"Los capitales extranjeros solo poseen una pequeña parte del mercado de valores chino, algunos llegan a China a través de canales encubiertos, pero su papel es limitado", asegura el editorial.
El medio dibuja, sin embargo, un panorama crecientemente peligroso a medida que la bolsa china se internacionaliza y los experimentados inversores extranjeros van entrando e influyen en ella.
"Ése es el precio que tenemos que pagar, no obstante las instituciones financieras chinas pronto crecerán y se harán más potentes", añade.
La crisis de la Bolsa de Shanghái ha tomado por sorpresa a millones de pequeños inversores chinos, que confiaban en que el Gobierno pondría diques en caso de caídas pronunciadas.
Las noticias de suicidios son habituales estos días en la prensa local.