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Espionaje de EEUU a Brasil marcó la visita de Rousseff a Washington

© REUTERS / Jonathan ErnstDilma Rousseff y Barack Obama
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Las últimas revelaciones de WikiLeaks ensombrecieron la reciente visita de la presidenta brasileña Dilma Rousseff a EEUU, asegura Antonio Marcelo Jackson, politólogo y profesor de la Universidad de Minas Gerais.

El portal de Julian Assange publicó el 4 de julio nuevas evidencias del espionaje telefónico por parte de la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU, NSA por sus siglas en inglés, a miembros del Gobierno brasileño pocos días después de que Rousseff volviera de su visita a EEUU, la misma que había sido suspendida en 2013 por el escándalo de escuchas.

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"Este viaje debía ser algo positivo e impulsar la firma de nuevos acuerdos, pero dos días después trascendió que espiaron incluso el avión presidencial", subrayó Jackson en declaraciones a Sputnik.

Sin embargo, el politólogo duda que estos hechos hubieran llevado a Rousseff a cancelar el viaje a EEUU. Sostiene que la actual situación política y económica de Brasil y el partido gobernante (PT) no tiene mucho margen de maniobra y necesita recuperar la popularidad pérdida.

A su juicio, Brasil quitó importancia al asunto de las nuevas pruebas del espionaje de EEUU reveladas por WikiLeaks, para evitar un nuevo escándalo que merme los posibles beneficios del reciente viaje de la presidenta Dilma Rousseff a EEUU.

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Jackson cree que con el anuncio del portavoz de la presidenta, Edinho Silva, de que las nuevas evidencias de las escuchas eran un asunto superado, a diferencia de Alemania y Francia que llamaron a sus embajadores a consultas, el Ejecutivo ha apostado por el pragmatismo y la disminución de las críticas al gobierno.

"Podríamos revocar a nuestro embajador o pedir explicaciones al embajador estadounidense, pero aquí pesaba más el factor de la política interna, además, las revelaciones de WikiLeaks se referían al anterior episodio de 2013", sostuvo.

El politólogo atribuye el interés de EEUU por Brasil al peso del país en la política y la economía americana.

"Pese a las dificultades, hoy por hoy Brasil es una potencia en el mercado global, con el séptimo o noveno PIB del mundo por tamaño; el país tiene la posibilidad de influir en la economía mundial y en el mercado de consumo, otra cosa es que el Ministerio de Exteriores quiera utilizar o no esa baza para encumbrar a Brasil como uno de los actores clave, pero existe ese potencial", concluyó Jackson.

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