Adnan, que finalizó su huelga de hambre el mes pasado después de llegar a un acuerdo con las autoridades israelíes para que lo pusieran en libertad, ha sido trasladado al hospital de la ciudad palestina de Jenín (norte de Cisjordania) para someterse a una revisión exhaustiva.
Adnan se encontraba en arresto administrativo —sin cargos- por novena vez desde hacía un año. Los servicios secretos de seguridad interna de Israel, el Shin Bet, lo acusan de ser un miembro activo del grupo Yihad Islámica.
Hace tres años, cuando se encontraba también encarcelado sin cargos ni juicio, llevó a cabo una huelga de hambre de 66 días que forzó a las autoridades israelíes a liberarlo. A lo largo de su vida, Adnan se ha pasado en la cárcel más de seis años.
Adnan ha estado al borde de la muerte. Se negó a beber agua, a que le suministraran minerales y a que lo visitara un doctor. La ciencia médica indica que tras 42 días de huelga de hambre, la vida corre peligro y se dispara el riesgo de que se contraigan problemas de salud de por vida.
A pesar de que lo han ingresado en el hospital, en su pueblo, Arraba, se ha organizado hoy una gran fiesta por su liberación, que se ha producido en pleno mes de Ramadán —mes de ayuno musulmán-, pero cuando faltan solo unos días para que acabe este período y llegue la fiesta musulmana del Eid al Fitr.
