"He hecho lo que me correspondía, que otros se ocupen de lo demás", dijo Usmánov al ser consultado por los periodistas.
Previamente, Usmánov asignó 700 millones de rublos (11,2 millones de euros) para afrontar el pago de salarios atrasados al técnico italiano, que sumaban los 1.400 millones de rublos, según el expresidente de la Unión de Fútbol de Rusia (RFS por sus siglas en ruso), Nikolái Tolstij.
El oligarca señaló que considerará esos 700 millones como su aporte a los preparativos del Mundial de 2018 y no exigirá su devolución.
"Será mi ayuda para que la RFS corrija la situación y garantice la preparación del Mundial que acogerá nuestro país", dijo.
El técnico transalpino ha sido centro de las críticas por los malos resultados de Rusia en la fase de clasificación para la Eurocopa de 2016.
Capello tenía contrato en vigor por tres años más, hasta el Mundial de 2018, para el que Rusia está automáticamente clasificada en calidad de país anfitrión.