"Cuando México envía a su gente, no envía a los mejores… traen drogas, traen crimen, son violadores", había dicho Trump el 16 de junio, cuando lanzó su precandidatura por el opositor Partido Republicano.
Desde entonces, la precandidata del gobernante Partido Demócrata, Hillary Clinton, acusó a otro postulante republicano, Jeb Bush, de “no creer en un camino hacia la ciudadanía” para los inmigrantes, a lo que este replicó que deseaba “sacarlos de las sombras”, sin explicar cómo.
Bush, exgobernador de Florida casado a los 21 años con una mexicana, es tradicionalmente considerado el aspirante republicano más abierto en materia de inmigración.
Sin embargo, ya en campaña, se desdijo en una entrevista con el diario Miami Herald.
“Jeb Bush es poco claro”, dijo a Sputnik Nóvosti la directora de comunicación del Centro para Estudios Migratorios, Marguerite Telford.
“Ted Cruz (otro precandidato republicano) es muy duro con los ilegales”, añadió. “Poco a poco todos perfilan sus ideas. La cuestión que los va a distinguir es la aplicación nacional de la ley”, añadió Telford.
Lo cierto es que “Donald Trump inició la conversación que los políticos tenían demasiado miedo de abordar”, concluyó.
Se estima que en Estados Unidos viven 11,2 millones de extranjeros indocumentados, la gran mayoría de ellos procedentes de México, según datos de 2014 publicados por el Centro de Investigación Pew.
“El proceso judicial puede alargarse hasta el último año de la Presidencia de Obama o incluso más”, dijo a Sputnik Nóvosti la directora de comunicación del centro de pensamiento Instituto de Política Migratoria, Michelle Mittelstadt.
“Es un decreto que puede no ser continuado por el próximo presidente. Y en el lado republicano, ninguno de los candidatos ha dicho que seguirá con el programa. La cuestión es si el próximo mandatario va revocar el estatus de aquellos que ya están protegidos de la deportación”, indicó.
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Clinton ha prometido continuar con la política migratoria de Obama e incluso “llegar más lejos”. En el Consejo Nacional de La Raza, una conferencia anual de latinos celebrada en Kansas el lunes, la candidata declaró que la inmigración sería prioridad de su mandato y que implementaría reformas para ofrecer un “camino a la ciudadanía”.
Esta semana O'Malley reveló una propuesta de ocho páginas para detallar el acceso a la sanidad de los inmigrantes indocumentados y sus hijos.
Prometió, además, frenar por decreto las deportaciones.