Hasta ahora Tokio renunciaba a esta posibilidad, considerada como incompatible con la Constitución pacífica de 1947, que rechaza la guerra como medio de solución de conflictos internacionales.
Los proyectos de ley permiten al Ejército usar la fuerza militar en el caso de que un aliado próximo de Japón sea atacado y su existencia y la seguridad de sus habitantes sean amenazados.
Las Fuerzas de Autodefensa podrán también usar armas para reaccionar a una provocación militar, proteger a los ciudadanos de Japón fuera del país y liberar a rehenes nipones en el extranjero.
Cinco partidos de oposición no participaron en el voto del documento, que será examinado este jueves por la Cámara Alta.
Sin embargo, conforme a la Constitución de Japón, incluso si la Cámara Alta no aprueba el paquete de leyes, será automáticamente adoptado 60 días después del voto en la Cámara Baja.