Para esta economista, "los nacionalistas de mano dura en Helsinki dictan de manera crucial qué curso seguir con Grecia".
"Su poder no es fruto de la casualidad: pueden amenazar con salir del euro en cualquier momento, cuando las cosas no vayan como ellos quieren", afirma.
Según Herrmann, "las pequeñas naciones exportadoras pueden permitirse su propia moneda sin riesgos", ya que su divisa "se revaloriza de inmediato, de modo que sus importaciones incluso se tornan más baratas".
"Los candidatos ricos a la salida del euro no han de temer no poder permitirse mercancías de primera necesidad procedentes del extranjero, como medicinas o petróleo, si imprimen su propio dinero", explica.
Agrega que "la nueva divisa ocasiona con frecuencia también costes, ante todo porque la industria exportadora nacional se resiente cuando el valor de la divisa aumenta, pero estas dificultades se superan rápidamente en la mayoría de casos".
Es por ello que "los finlandeses podrían renunciar al euro, considerando especialmente que apenas mantienen vínculos económicos con muchos países de la eurozona".
Herrmann precisa que el Gobierno alemán contempla con nerviosismo esta posibilidad y descarta que los finlandeses no hayan hecho todavía efectiva esta medida porque les dejaría indefensos ante Rusia.
Tema: Сrisis de la deuda en Grecia
Según la economista, si Finlandia sigue en el euro es porque, como Alemania, puede seguir utilizando su posición económica en beneficio propio.
Sin embargo, la autora del artículo no descarta que, de agravarse la crisis en Grecia y arrastrar a la eurozona, el resultado "podría ser diferente al que todos piensan" ya que "no serían los griegos los primeros en abandonar el euro, sino los finlandeses".