“Hay muchos neófitos en el EI, y la mayoría de ellos se convierten del cristianismo, judaísmo o incluso antes eran ateos, por eso si su hijo de repente empezó a estudiar el Corán o compró un manual de árabe, entonces es una señal”, advierte Elena Sutormina, presidenta de la comisión de la Cámara Pública para el desarrollo de la diplomacia social.
El decano de la Facultad de Psicología de la Universidad Estatal de Moscú, Yuri Zinchenko, explica la propagación de las ideas extremistas entre los jóvenes por el hecho de que ahora los adolescentes están en las redes sociales, que no siempre tienen una influencia saludable.
En los últimos años, desde varias regiones de Rusia, incluso de Moscú, son cada vez más los jóvenes que salen para participar en "la yihad” en Siria e Irak.
Se estima que ahora en el territorio del EI se encuentran cerca de 2.000 ciudadanos rusos.