El juez Gareth Branston, del Tribunal de Magistrados de Statford, en el Este de Londres, impuso este miércoles un veto de hasta 5 años a estos aficionados que impidieron a un ciudadano francés entrar en el vagón del tren en el que se desplazaban hacia el estadio del Saint Germain.
Formaban parte de un grupo más numeroso que vociferó "somos racistas y nos gusta ser racistas" antes y después de la agresión
"Hinchas del Chelsea manifestaron odio racista en el metro de París esa noche y dañaron la reputación del futbol inglés en Europa", declaró el magistrado al dictar sentencia.
El incidente contra Souleymane Sylla, un padre de familia de raza negra, fue grabado por un pasajero británico, alarmado por el comportamiento de sus compatriotas.
El juez, que visionó las imágenes durante el juicio, calificó el comportamiento de los imputados de "aberrante, repugnante, ofensivo, arrogante y totalmente inaceptable".
Tres de los condenados —Richard Barklie, de 50 años y expolicía de Irlanda de Norte, y los veinteañeros ingleses Joshua Parsons y William Simpson- recibieron la máxima prohibición permitida, de cinco años.
Jordan Munday, de 20 años y residente en Londres, estará vetado de encuentros de fútbol nacionales e internacionales durante tres años.
El Chelsea les expulsó del club inmediatamente después de la agresión racista.