“El factor determinante para Rusia en las relaciones con la OTAN sigue siendo la inadmisibilidad de los planes de acercar la infraestructura militar de la Alianza a las fronteras (rusas) y tratar de impartirla funciones globales”, según la doctrina.
Además el documento prioriza la restauración y el fortalecimiento de las posiciones del Rusia en el mar Negro.
La doctrina prevé desarrollar “la Flota del mar Negro y su infraestructura en Crimea y en las costas de la región de Krasnodar”.
El documento comprende “el aseguramiento de la presencia naval de Rusia suficiente y permanente en la región”.
La doctrina también prioriza el aseguramiento de las posiciones de Rusia en las áreas del Ártico.
El documento menciona entre tareas para cumplir en esta región “la reducción de las amenazas a la seguridad nacional de Rusia y el aseguramiento de la estabilidad estratégica”.
Para conseguir los objetivos planteados, sigue el documento, “se deben cumplir las tareas de largo plazo, como (…) el aseguramiento de la independencia tecnológica de Rusia en el ámbito de construcción naval y material bélico marítimo de acuerdo con el programa estatal de armamento”.
Además, la doctrina indica la importancia del desarrollo de la cooperación con China y la India.
Este domingo, el viceprimer ministro de Rusia, Dmitri Rogozin, ha declarado que el presidente ruso, Vladímir Putin, ha aprobado una nueva versión de la doctrina militar de Rusia.