Sewel sucumbió finalmente hoy a la presión de sus colegas del Parlamento de Westminster y del propio primer ministro, David Cameron, que demandaban su "salida" voluntaria de la Cámara de los Lores.
El humillado político ya había dimitido de su papel remunerado, como presidente de los comités parlamentarios, y de su cargo como vicemoderador de la cámara.
"Quiero disculparme del dolor y vergüenza que he causado", escribió en su carta de renuncia, remitida a la oficina del bedel de Westminster y difundida hoy.
El Código de Conducta de los lores no hace mención a la vida privada de sus miembros, pero Sewel acepta que es "esencialmente una cuestión técnica" a la hora de juzgar su comportamiento.
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"La cuestión fundamental es si mi conducta es compatible con ser miembro de la Cámara de los Lores y si mi continuada pertenencia dañaría y socavaría la confianza del público en la Cámara de los Lores", resaltó.
Y concluye en su misiva: "creo que la respuesta a ambas preguntas implica que la Cámara quedará mejor servida con mi salida".