"El EI no es sostenible económicamente", dijo Sajad Jiyad, analista del Centro de Estudios y Planificación Al Bayan.
La agencia destaca que la economía del EI se basa en el contrabando de petróleo y gas, la confiscación de fondos de bancos y empresas, los impuestos y multas con que se grava la población local y los secuestros.
Petróleo a precio de ganga
Sin embargo, en abril pasado el EI perdió el control sobre los tres mayores yacimientos de petróleo en Irak y los bombardeos aéreos en Siria dañan la producción de sus refinerías.
El EI vende petróleo a precios muy bajos, a veces unos 10 dólares el barril, en Siria, Irak y Turquía.
Jonathan Schanzer, analista de la Fundación para la Protección de las Democracias, señaló que las autoridades turcas toman desde junio medidas para combatir el contrabando.
El especialista precisó que el exceso global de petróleo afectó la demanda incluso a pesar de que el EI ofrece el combustible a precio de ganga.
El grupo terrorista también recibe liquidez de bancos y empresas.
Fuentes locales manifestaron a la agencia Anadolu que a causa de esta práctica los bancos están a punto de quebrar y las empresas simplemente no tienen fondos para entregar, pero el EI no deja de exprimirles.
La base de impuestos se erosiona
"El único modo de que los yihadistas puedan obtener más fondos es conquistando más territorios para tener acceso a nuevas empresas, bancos y personas", precisó.
Según el experto, "el EI también vende obras de arte y artefactos que tomaron en sitios arqueológicos y museos", sin embargo, "esa táctica también fracasa porque el grupo se ha quedado sin obras para vender".
Sajad Jiyad comentó que el EI forzó a varios agricultores a entregarle a sus hijos para que luchen del lado de los yihadistas, a cambio de conservar sus granjas.
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El rescate por los rehenes también ha sido una fuente lucrativa para los terroristas, indica Anadolu, pero los secuestros de ciudadanos occidentales se vuelven cada vez menos frecuentes porque se toman muchas precauciones.
Una perspectiva poco halagüeña
El problema del EI es que los gastos en que incurre son muy altos. Según fuentes en Siria, un yihadista cobra unos 400 dólares mensuales; si está casado, recibe pagos extra de 200 dólares por cada esposa y 50 dólares por cada hijo.
En las zonas controladas por el EI los precios del gas, los alimentos y otros gastos domésticos se ha quintuplicado, indicó Jonathan Schanzer.
Añadió que la mala cosecha en otoño empeoraría las ya de por sí precarias condiciones económicas.
"El EI depende básicamente de la expansión territorial para obtener fondos ya que saquea los territorios que controla", declaró Schanzer.
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El experto se mostró convencido de que cuando el EI no logre conquistar nuevas zonas, su economía quebrará.