La víspera el Ministerio de Exteriores de Gran Bretaña declaró que "para los diplomáticos enviados a la Embajada rusa en Londres, la autorización de ingresar y permanecer en Gran Bretaña se otorga en correspondencia con los procedimientos conjuntos del Ministerio de Exteriores y la Institución de Visas y Migración (UKVI) de Gran Bretaña en correspondencia con los acuerdos firmados con Rusia".
La Cancillería inglesa destacó que los procedimientos de Gran Bretaña respecto a la prórroga de visados a los funcionarios rusos refleja la correspondiente actitud respecto a los funcionarios británicos en Moscú.
"El Ministerio de Exteriores de Gran Bretaña ha hecho dos declaraciones que no se corresponden con la realidad", señala el comentario de la la parte diplomática rusa.
Además, se señaló que la parte británica cumple con las exigencias de los documentos que cita en sus declaraciones.
"En realidad, el memorando bilateral vigente entre los dos países respecto al otorgamiento de visas firmado en 1998 indica que los trabajadores de las misiones deben recibir sus visas en el transcurso de treinta días, lo cual no se cumple por la parte británica, y el tiempo promedio de espera asciende a los cinco meses y medio", señaló la entidad rusa.
Estas acciones de la parte británica fueron calificadas de "discriminatorias".